Para quien quiera saborearla, una
proposición diferente, un cóctel sinestésico, un trip-hop melódico pero
electrónico que se ilustra en clave artística. Se llama Adam Halogen y esto es So.
El videoclip se desenvuelve al revés, se
deshace a medida que la canción avanza. Con pocos medios pero una
resolución impecable el director Amer Chadha revela en
un flashback filmado. Se trata de una reivindicación de la textura a
todo color. Plumas, densos hilos de pintura de azules, lilas y naranjas,
lazos violetas que cuelgan, cruzan la estancia y un ritmo pausado para
que cada cosa regrese a su sitio original. Las manchas de pintura en las
paredes se repliegan sobre sí mismas y se escapan, la vorágine se
deshace y el sol, que ya se había ido regresa.
Las plumas emprenden su vuelta al
principio desde el suelo, y flotan hacia arriba, en un universo en el
que las conclusiones son las que devuelven el sentido a las razones.
Adam Halogen es el joven productor londinense que firma este trabajo, la voz pertenece a Ben Aizenberg.
Estos dos artistas de poco recorrido, que por el momento son tan solo
dos nombres desconocidos, tienen atributos más que suficientes para
conquistar los momentos pausados de quien quiera detenerse en una caída
lenta y reconfortante de 3 minutos y 50 segundos.

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