El grupo de rock pop Maná se reinventa con su más reciente disco Drama y luz, que se estrenará en el mercado latinoamericano el 12 de abril próximo.

Fher Olvera destacó que son fieles a su estilo y llevan bien puesta la camiseta de lo latino y que difícilmente podrían realizar un crossover para abarcar otros mercados.

“Somos Maná, 25 años de trayectoria y nos hemos dado cuenta que cada vez que vamos a Estados Unidos la raza nos expresa que somos parte de una gran nación y de un mundo latino, por lo que cantar en inglés es algo que no tenemos pensado”, dijo el vocalista.

Sin embargo, afirmó que sólo se aventurarían a un Crossover si contaran con la participación de un Bono, de U2 o una banda como Coldplay: “Eso sí sería chido y tal vez lo buscaríamos, pero no tenemos nada contemplado, preferimos mantenernos en ese estilo”, indicó el vocalista.

Al preguntarle sobre el espacio de confort en que se sitúan con producciones discográficas muy parecidas unas a otras, Fher subrayó que de ninguna manera Maná se ha caracterizado por ser una banda conformista o confortable que sólo piense en hacer “varo” y viajar; por el contrario, consideran que su estilo es único y no les causa ningún problema seguir de esta manera.

En ese sentido, el baterista Alex El Animal González destacó que cuando hablan de confort se refieren al placer que sienten de llevar siempre el traje bien puesto de Maná, y destacó: “En todos los países recibimos felicitaciones por nuestra música y en México es el único lugar donde se nos cuestiona nuestro estilo, la banda de rock AC/DC lleva años cantando igual y nadie le critica.

“(Éste) es un disco que toca varios géneros musicales con el que evitamos que nos encasillen en alguno en particular. Irá acompañado de un DVD en el que se muestra a detalle cuál es el proceso creativo de un material discográfico, desde un detrás de cámaras hasta detalles de grabación en los estudios”.

Señalaron que los cinco años que tardaron en sacar este material no se debió a crisis alguna, sino más bien a la extensa gira que emprendieron por el mundo y que les llevó más de tres años culminarla, para luego entrar en el proceso de producción la última mitad de 2010, asunto que les causó un conflicto con su firma discográfica.