Dedica Rubén Blades concierto en Madrid a Facundo Cabral

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Ante un público impaciente, que no le había visto en esta capital desde hace tres años, el panameño Rubén Blades dedicó un largo concierto, de dos horas y media, al recién fallecido trovador argentino Facundo Cabral.

“Facundo, matan a la gente, pero no matan a la vida”, expresó el cantautor recordando a su amigo y dedicándole “El padre Antonio y el monaguillo Andrés”, “una canción que le gustaba mucho a Facundo”.

En muchos momentos de su concierto, Blades recordó al argentino, quien murió el pasado sábado asesinado a tiros durante una emboscada perpetrada por varios desconocidos cuando se dirigía al aeropuerto internacional La Aurora, en el sur de Guatemala.

“La Rosa de los vientos” abrió la noche, si se puede decir noche en una ciudad en la que hay claridad en estos tiempos hasta después de las 22:30 horas, con el panameño vestido todo de negro, con sombrero, y con una leyenda roja, en la parte trasera de la camisa, encomiando la vida.

Casi al empezar, extrañó el calor, pues en Madrid el viento fuerte y fresco hizo que muchos de los asistentes tuvieran que cubrirse.

“¿Qué pasó con el clima?, Oiga, no nos hagan esta vaina, nosotros somos panameños, no estamos acostumbrados a tanto frío”, expresó Blades.

También compartió con los asistentes un regalo que le hicieron llegar a la habitación del hotel, ya que el próximo sábado cumplirá 63 años.

Era una copa dorada, que pudo hacer referencia a que hace un año que la selección española de futbol ganó el Mundial de Sudáfrica, aunque Blades, en referencia a la Copa del Rey, elogió el genuino trofeo “en el que se nota la soldadura de la reparación después de que Sergio Ramos la soltara”.

El panameño cantó, sin parar, y recordó la dictadura de su país, cuando Manuel Antonio Noriega prohibió la canción “Decisiones”. Antes de entonarla, junto con el público, manifestó que “ahora vivimos en otro mundo, donde incluso hay un negro presidiendo”.

Desgranó “Cuentas del alma”, “Plaza Herrera”, “Buscando guayaba” y con Jerry González en el escenario compartió “Plantación adentro”, ante un público que no se cansó y entre el que estaba Diego “El Cigala”.

A su público madrileño dedicó una, “El cazanguero”, nunca antes tocada en vivo, pero además bromeó sobre la orquesta que le acompañaba, la de Roberto Delgado, y dijo que “para tranquilidad de todos, estos muchachos tienen visa, no van a competir con la fuerza laboral de aquí”.

Fue entonces, con la canción “Todos vuelven”, peruana, que volvió a rememorar a Facundo Cabral.

Fueron muchas canciones, faltaron, de las que siempre se esperan, “Ligia Elena”, “La chica plástico”, pero la muy esperada “Pedro Navaja” dejó satisfechos a los asistentes, quienes bailaron, aplaudieron, gritaron y vitorearon al salsero panameño.

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