Hablamos con el cantautor puertorriqueño, quien acaba de lanzar su séptima producción discográfica, Tierra firme. Su primer sencillo “Gritar” se escucha con fuerza a nivel continental

Hay quienes creen que cantar es el mejor oficio del mundo. Sueñan con verse en un escenario, con micrófono en mano deleitando a la audiencia. Quizás no lo sea el mejor trabajo, pero en el caso de Luis Fonsi es el único que le calza. Así como la zapatilla de cristal de la Cenicienta, lo de él es contar sus historias con música. Esa historias con diferentes tesituras, se volvieron 13 canciones y conforman su nueva producción discográfica Tierra firme que desde ayer está en el mercado.

“Me siento nervioso, el mariposeo normal de saber cómo recibirá el público este disco, que para mi es muy importante en mi carrera. Creo que es esa ansiedad normal que se transforma en nervios, pero no miedo. El miedo es feo hasta como palabra. Uno no puede hacer nada con miedo porque el miedo es cobarde, traicionero y paraliza. Fíjate que hasta ahora la gente ha recibido muy bien el sencillo ‘Gritar’ y eso me tiene súper contento. Estoy seguro de que el resto de las canciones también les van a gustar”, comentó a PeopleEnEspanol.com el cantautor puertorriqueño.

¿Estás contento con el material que conforma “Tierra Firme”?
Sí, totalmente. Estaba seguro de que eran las canciones que quería hacer y de que eran los temas que tenían que estar en este disco. Los arreglos eran los que quería. Además son los temas que mejor me representan en esta etapa de mi vida. Aunque también reconozco que ese nerviosismo es sano, porque uno se puede sentir seguro de quién es, de su estilo, pero siempre hay una gran expectativa por saber qué dirá la gente. Esa fracción de inseguridad es lo que te hace seguir siempre adelante, conservar las ganas de seguir creciendo como artista, como compositor. Te dan ganas de mejorar.

¿Qué significan para ti los premios?.
Los premios son regalos físicos que te brinda tu trabajo. Bien sean los premios que te da gente, la industria o los medios. Es un símbolo físico que vas a ver en tu oficina, en tu escritorio y vas a recordar con cariño el motivo por el cual te lo dieron. Claro, lo importante es recordar cuál es la meta de uno. En mi caso es simplemente que la gente conecte con mis canciones. Una vez que la gente conecta con tu música los dominós van cayendo solos. Una cosa trae a la otra.

¿Y la fama cómo sabe: dulce, amargo, agridulce?
La fama es algo que para mí siempre ha sido muy difícil de definir. A veces la tienes y no lo sabes. Yo quiero que la gente me conozca por mis canciones, pero sé que una cosa trae la otra. Hay cosas que son difíciles, situaciones personales que son difíciles y que tienes que asumir que van a hacerse públicas…

Como por ejemplo tu divorcio de Adamari López…
Sí, claro. Pero gracias a Dios siempre tuve el privilego de ser escuchado, de ser tratado con respeto y ella también. Fui muy privilegiado porque a la vez también se siguió hablando de mi trabajo. Pero nunca me atrevería a decir que la fama es un trago amargo. Eso sería injusto.

Con relación a las otras canciones tienes algún apego especial, porque con el primer sencillo ya tienes gritando a todo el continente
Bueno fíjate que eso es como si un papá dijera que quiere a un hijo más que a otros. Sin embargo, hay un tema que se llama “Respira” que creo que va a tener suerte. Desde que escribí esa canción, una tarde en Los Ángeles, junto a Claudia Brant sentí como una conexión especial. Después cuando saqué mi guitarra y empecé a ponerle música, sentí algo especial, porque es una canción muy solidaria. Es como para dedicársela a alguien que amas y quieres ayudar, a un ser querido al que le quieres brindar tu apoyo y todos en la vida necesitamos que en algún momento dado alguien nos invite a respirar.
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