A pesar de que están en plena gira, vuelven a su país para presentar el primer sencillo “La ley de los cuerpos”, de su segundo álbum, y que suena desde el miércoles en la radio local.

Lo último que haría la banda es descuidar esta plaza. “Nunca se nos olvida dónde estamos, por quién estamos y desde cuándo estamos”, sostiene Giorgio Siladi, vocalista.

Apenas el grupo regresó hace una semana y aprovechó para estrenar aquí este material compuesto por 13 canciones. “Nos sentimos orgullosos de cargar con la responsabilidad de representar a nuestro país con otro género en el extranjero”, dice el bajista Francisco Caamaño.

“Vidas extraviadas” también representa para Bocatabú saber cómo funciona realmente el mercado de la música. “Uno tiene una idea muy ‘disney’ de lo que es el mercado y hay que sacrificar muchas cosas”, sostiene el vocalista.

En este trabajo se refleja la madurez del grupo. Los temas son más densos, los sonidos más fuertes y se aprecian mezclas con lo electrónico, aunque mantienen elementos orgánicos.

Ganar una estatuilla como Mejor Grupo de Rock en los premios Casandra 2010 marcó el inicio de la verdadera responsabilidad como músicos. A ellos no les cayó la “sal” que cae sobre algunos ganadores, según los supersticiosos. Trabajan con miras a superar el primer disco.

Unión
La banda como tal se ha compenetrado más. Si antes el vocalista Giorgio Siladi componía la mayoría de las canciones, ahora hay expresiones de los demás integrantes.

Bocatabú lo integran seis miembros, cada uno con influencias distintas. Mientras Giorgio, la violinista Claudia Ponjuan y el pianista Oscar Patxot provienen de una escuela clásica y son músicos de profesión, el baterista Miguel Abreu, el guitarrista Eduardo Fernández y el bajista Francisco Caamaño vienen de una escuela popular, con conocimientos autodidacta y reforzados con clases particulares.

Como es natural, en la agrupación se dan algunos roces, pero se escuchan temas muy clásicos con influencias de Beethoven hasta muy rockeros con influencias de ‘metallica’.

Contraparte
En el 2009, Bocatabú abrió en el país los conciertos de Jonas Brothers, Alejandro Sanz, Fito Páez y Caramelo de Cianuro.

A pesar de que la banda se encuentra en otro peldaño, “no sería justo cerrarnos las puertas. Seríamos teloneros si es de un artista que apoya nuestro crecimiento como músicos”, dice Francisco, a lo que Giorgio añade que “de hacerlo por hacerlo, no”.

“Te van poniendo un sello de opener (telonero), y es una de las cosas que pusimos sobre la mesa: evitar ese tipo de etiqueta”, enfatiza el vocalista.

El próximo domingo Bocatabú se va de viaje para continuar su gira de promoción de “Historias vírgenes” por Puerto Rico, Miami, California, Panamá y otras ciudades.

Aunque no tienen una fecha prevista para presentarse en el país, la banda desea organizar algo especial para ese momento. “Nos hace falta, es algo que nos alimenta”, aseguran los músicos que le huyen a los tabúes con sus letras y voces.

APOYO EXTRANJERO Y NUEVOS ESTILOS
El grupo Bocatabú se siente agradecido por la buena recepción que ha tenido su música en otros países. “La primera vez que nos presentamos en Puerto Rico el respaldo fue bueno, pero el público no coreaba las canciones porque no se las sabía. En el segundo encuentro, pocas semanas después, fue algo impresionante”, sostuvo Francisco Caamaño.

A pesar de que en República Dominicana el consumo de rock como tal no se ha generalizado, la banda agradece el calor que reciben en cada presentación.
A diferencia de otras generaciones que estuvieron lideradas por intérpretes como Gustavo Cerati, Héroes del Silencio y otros, el grupo considera que “ya no hay tantas plazas en América Latina que apoyen el rock fuerte”. Es por ello que las nuevas agrupaciones recurren a mezclas para hacer más digerible el género, sobre todo en una época influenciada por el reguetón y otros ritmos.