Juan Gabriel, amoroso, erótico y nostálgico
9:07
JUAN Gabriel, se dejó ver, ataviado de un brillante traje verde limón adornado con pedrería en combinación con una pañoleta de holanes tono melón, ofreció anoche el primero de cinco conciertos en el escenario del Auditorio Nacional, con los que festejará 40 años de carrera musical.
Su voz fría y ronca se escuchó cuando dijo a las 10 mil almas reunidas: "Quiero agradecer a todas las personas que cantan mis canciones. A ustedes y a todos los artistas que lo han hecho y lo siguen haciendo. Desde que inicié mi canto siento su amor. Yo los amo mucho, soy único para todos ustedes y estoy aquí, dándoles todo mi amor...", declaró tras proyectarse imágenes de sus homólogos artistas como José Alfredo Jiménez, Enriqueta Jiménez "La Prieta Linda", Lola Beltrán, Libertad Lamarque, Pedro Vargas, José José, María Félix. Rocío Dúrcal, Enrique Guzmán, Enrique Iglesias y otros.
Al paso de los minutos la garganta del cantautor mexicano se "calentó" y su interpretación mejoró, con el acompañamiento de nueve coristas y 15 músicos con camisa roja y traje blanco, que igual tono usaron en sus vestidos las bellas mujeres del coro, ya que al abrir su show lo hizo con una atmósfera de sonido de una fuerte tormenta y su figura llenó el escenario.
"El Divo de Juárez", tras haber interpretado temas como "Qué no diera yo", "No tengo dinero", "Nunca es tarde" e "Inocente pobre amiga", causó revuelo entre su audiencia al bajarse del escenario y llegar hasta la mitad de los pasillos del Coloso de Reforma e interpretar "Cuando quieras déjame", tiempo que aprovecharon sus seguidoras para tomarle fotografías de cerca con sus celulares, tabletas e iPod.
Juan Gabriel se dejó tocar, se dejó querer y volvió al escenario.
Inmediatamente después siguió con "El Noa Noa", para la que optó por sentarse en la escalinata del escenario del lado izquierdo.
Antes, bailó y bailó frente a su público, a quien también les hizo "tubo" con movimientos erótico-sensuales, como simulando que estaba en un ejercicio "amatorio".
Para el bloque de canciones con sonido de mariachi, tuvo de invitado al solista Luciano Pereyra, quien participó con el tema "Déjame". Derrochó amor cerca de tres horas, tiempo durante el que interpretó poco más de 35 melodías, para sellar su actuación como el máximo cantante y compositor mexicano.
¡Sí señor!
Su voz fría y ronca se escuchó cuando dijo a las 10 mil almas reunidas: "Quiero agradecer a todas las personas que cantan mis canciones. A ustedes y a todos los artistas que lo han hecho y lo siguen haciendo. Desde que inicié mi canto siento su amor. Yo los amo mucho, soy único para todos ustedes y estoy aquí, dándoles todo mi amor...", declaró tras proyectarse imágenes de sus homólogos artistas como José Alfredo Jiménez, Enriqueta Jiménez "La Prieta Linda", Lola Beltrán, Libertad Lamarque, Pedro Vargas, José José, María Félix. Rocío Dúrcal, Enrique Guzmán, Enrique Iglesias y otros.
Al paso de los minutos la garganta del cantautor mexicano se "calentó" y su interpretación mejoró, con el acompañamiento de nueve coristas y 15 músicos con camisa roja y traje blanco, que igual tono usaron en sus vestidos las bellas mujeres del coro, ya que al abrir su show lo hizo con una atmósfera de sonido de una fuerte tormenta y su figura llenó el escenario.
"El Divo de Juárez", tras haber interpretado temas como "Qué no diera yo", "No tengo dinero", "Nunca es tarde" e "Inocente pobre amiga", causó revuelo entre su audiencia al bajarse del escenario y llegar hasta la mitad de los pasillos del Coloso de Reforma e interpretar "Cuando quieras déjame", tiempo que aprovecharon sus seguidoras para tomarle fotografías de cerca con sus celulares, tabletas e iPod.
Juan Gabriel se dejó tocar, se dejó querer y volvió al escenario.
Inmediatamente después siguió con "El Noa Noa", para la que optó por sentarse en la escalinata del escenario del lado izquierdo.
Antes, bailó y bailó frente a su público, a quien también les hizo "tubo" con movimientos erótico-sensuales, como simulando que estaba en un ejercicio "amatorio".
Para el bloque de canciones con sonido de mariachi, tuvo de invitado al solista Luciano Pereyra, quien participó con el tema "Déjame". Derrochó amor cerca de tres horas, tiempo durante el que interpretó poco más de 35 melodías, para sellar su actuación como el máximo cantante y compositor mexicano.
¡Sí señor!
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