David Robert Jones, conocido artísticamente como David Bowie, ha sido conocido mundialmente desde su primer gran éxito, lanzado en el año 1969, con este hit llamado “Space Oddity”. Ver aqui

 En él narra la historia de un astronauta perdido en el espacio, el “Major Tom”, y está hecha en honor al film “2001, Odisea del espacio”.

Su gran carrera artística lo convierte en un artista con una notable trayectoria, que ha compartido escenarios con innombrable cantidad de personalidades, y se ha aggiornado a todas las épocas, de un modo camaleónico. Además, demostró no tener limitaciones al experimentar con la música, ya que comenzó su carrera siendo saxofonista en varios grupos de rhythm and blues, aunque también demostró ser un versátil cantante, y se animó a incursionar en más de un género musical.

Afiche del film "Laberinto"Al igual que Annie Lennox, o Prince, también David Bowie explotó una imágen andrógina en los años ’80. Y no sólo apareció en videos de música, sino también se animó a interpretar papeles en el cine en varias oportunidades, entre 1973 y 2006. Tal vez, una de las más memorables es su participación protagónica en el film “Laberinto”, en donde también interpretó temas de la banda sonora. En ese film se lo puede ver con una imágen poco cotidiana (como casi todas las formas estéticas que adoptó a lo largo de su carrera).

Pero si algo es destacable acerca de su imágen, es esa marca distintiva y única: David Bowie parece a simple vista tener los ojos de diferentes colores. La consecuencia de esto, se remonta a un hecho ocurrido en su adolescencia, que lo marcó por el resto de su vida, ya que puso en riesgo la vida del Joven David. Durante una riña estudiantil, uno de sus compañeros, George Underwood, lastimó su ojo izquierdo de un puñetazo. Esto le produjo una parálisis en los músculos de la pupila, y le trajo como consecuencia la pérdida de ocho meses de clase, además de perder un poco la percepción de la profundidad.

Pero lo más llamativo de ese hecho, es que su pupila, a partir de ese entonces, quedó permanentemente dilatada. Es decir, que visto de lejos, pareciera que David Bowie tuviera un ojo azul, y el otro marrón, o negro. A pesar de todo, éste distintivo se convertiría en una seña de identidad, más personal que ninguna.