Raphael: "Yo no me voy"
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Lleva más de cinco décadas en los escenarios, pero Raphael responde con un rotundo "no" cuando le preguntan si piensa jubilarse. Evita hablar de un retiro y dice que más bien se tomará vacaciones prolongadas cuando lo crea oportuno.
Le quedan "tantas cosas por hacer", dijo el cantante español de 71 años a la Associated Press en una entrevista reciente.
"Con eso no quiero decir que no voy a irme nunca. Eso no puede ser. Yo notaré perfectamente cuando debo, no irme, porque el artista que nace artista muere artista, pero no ejerceré como lo hago ahora", añadió. "Me iré de vacaciones largas, y de pronto a los dos años dirán: '¿Dónde se habrá metido?'. Pues yo estaré de vacaciones, pero no habrá una gira de retiro porque yo me voy".
Lejos de estar pensando en descansar, asegura que cada vez que tiene unos días libres los aprovecha para regrabar viejos éxitos.
Ya ha grabado un disco en el que presenta de manera diferente canciones emblemáticas como "Mi gran noche" y "Amor mío"; en septiembre planea lanzar el segundo, "De amor y desamor", y más adelante otros tantos con 300 temas que se ha propuesto regrabar.
"Cada vez que tengo 15 días de descanso, o un mes, lo dedico a grabar", expresó Raphael, quien desde que comenzó su carrera a comienzos de los años 60 ha grabado más de 50 discos en español y otros más en italiano, francés, alemán, inglés y japonés. Ha vendido más de 50 millones de discos en todo el mundo y se siente orgulloso haber grabado su próximo álbum junto a la Orquesta Sinfónica de la Radio y Televisión Española.
También subirá nuevamente al escenario en septiembre para protagonizar "Dr. Jekyll y Mr. Hyde", el mismo musical que lo llevó a las tablas hace 10 años, cuando dice que no pudo disfrutarlo plenamente debido a una enfermedad hepática que padecía entonces y que terminó con un trasplante de hígado.
Pero antes, entre el 24 de mayo y el 7 de junio, estará cantando en Estados Unidos como parte de su gira "Mi gran noche", que comenzó en México en 2013, con presentaciones previstas en San Diego, Los Ángeles, El Paso, McAllen, Orlando, Miami y Nueva York, así como San Juan, Puerto Rico.
A lo largo de cerca de tres horas, Rafael promete cantar más de 40 canciones por concierto, incluidas nuevas versiones de clásicos como "Yo sigo siendo aquel", "Como yo te amo", "Mi gran noche","En carne viva", "Qué sabe nadie" y "Escándalo".
Aunque admite que ha hecho cosas buenas y malas en su carrera, el emblemático artista asegura que no cambiaría nada ni haría nada diferente.
"Todo lo que he hice, hasta las cosas que no estuvieron bien hechas, me han servido. Así es que no volvería a tocar nada", manifestó, y de inmediato dijo que es muy autocrítico con su trabajo.
Se negó, no obstante, a revelar cuáles fueron esas cosas que hizo mal. En cambio, destacó que es muy exigente.
"Muuucho, muchísimo, pero está bien ... es una cosa de orgullo profesional, que quiero hacerlo mejor", sostuvo Raphael, que comenzó cantando a los cuatro años en coros de iglesias españolas.
Asegura que con los años ha aprendido a disfrutar de sus conciertos, junto a su público. Y tan relajado se siente, que ya ni siquiera ensaya antes de subirse al escenario.
"Salgo a disfrutar con el público. No ensayo, ensayo lo mínimo posible. Ni estiro mi voz mucho antes de salir", dijo.
Le quedan "tantas cosas por hacer", dijo el cantante español de 71 años a la Associated Press en una entrevista reciente.
"Con eso no quiero decir que no voy a irme nunca. Eso no puede ser. Yo notaré perfectamente cuando debo, no irme, porque el artista que nace artista muere artista, pero no ejerceré como lo hago ahora", añadió. "Me iré de vacaciones largas, y de pronto a los dos años dirán: '¿Dónde se habrá metido?'. Pues yo estaré de vacaciones, pero no habrá una gira de retiro porque yo me voy".
Lejos de estar pensando en descansar, asegura que cada vez que tiene unos días libres los aprovecha para regrabar viejos éxitos.
Ya ha grabado un disco en el que presenta de manera diferente canciones emblemáticas como "Mi gran noche" y "Amor mío"; en septiembre planea lanzar el segundo, "De amor y desamor", y más adelante otros tantos con 300 temas que se ha propuesto regrabar.
"Cada vez que tengo 15 días de descanso, o un mes, lo dedico a grabar", expresó Raphael, quien desde que comenzó su carrera a comienzos de los años 60 ha grabado más de 50 discos en español y otros más en italiano, francés, alemán, inglés y japonés. Ha vendido más de 50 millones de discos en todo el mundo y se siente orgulloso haber grabado su próximo álbum junto a la Orquesta Sinfónica de la Radio y Televisión Española.
También subirá nuevamente al escenario en septiembre para protagonizar "Dr. Jekyll y Mr. Hyde", el mismo musical que lo llevó a las tablas hace 10 años, cuando dice que no pudo disfrutarlo plenamente debido a una enfermedad hepática que padecía entonces y que terminó con un trasplante de hígado.
Pero antes, entre el 24 de mayo y el 7 de junio, estará cantando en Estados Unidos como parte de su gira "Mi gran noche", que comenzó en México en 2013, con presentaciones previstas en San Diego, Los Ángeles, El Paso, McAllen, Orlando, Miami y Nueva York, así como San Juan, Puerto Rico.
A lo largo de cerca de tres horas, Rafael promete cantar más de 40 canciones por concierto, incluidas nuevas versiones de clásicos como "Yo sigo siendo aquel", "Como yo te amo", "Mi gran noche","En carne viva", "Qué sabe nadie" y "Escándalo".
Aunque admite que ha hecho cosas buenas y malas en su carrera, el emblemático artista asegura que no cambiaría nada ni haría nada diferente.
"Todo lo que he hice, hasta las cosas que no estuvieron bien hechas, me han servido. Así es que no volvería a tocar nada", manifestó, y de inmediato dijo que es muy autocrítico con su trabajo.
Se negó, no obstante, a revelar cuáles fueron esas cosas que hizo mal. En cambio, destacó que es muy exigente.
"Muuucho, muchísimo, pero está bien ... es una cosa de orgullo profesional, que quiero hacerlo mejor", sostuvo Raphael, que comenzó cantando a los cuatro años en coros de iglesias españolas.
Asegura que con los años ha aprendido a disfrutar de sus conciertos, junto a su público. Y tan relajado se siente, que ya ni siquiera ensaya antes de subirse al escenario.
"Salgo a disfrutar con el público. No ensayo, ensayo lo mínimo posible. Ni estiro mi voz mucho antes de salir", dijo.
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